Si estás buscando mejorar, primero necesitás entender adónde estás.
PRIMERO, DEJAME PRESENTARME...
Mi nombre es Iván Jirón Beirute (¡Mucho gusto!), soy psicólogo con una especialidad en salud, y un ejercicio de 25 años de la profesión, fuera esta a nivel clínico, social, o educativo; y 29 años de experiencia en el trabajo con niños, adolescentes y adultos jóvenes.
Tengo una hija, un hijo, varias mascotas y Déficit Atencional (TDAH). Además me gustan los juegos de mesa (sobre todo los juegos de rol presenciales como Calabozos y Dragones – Dungeons and Dragons), los video juegos, los juegos mentales, el anime, el karaoke y el pie de pecanas.
Si bien atiendo personas de todas las edades, tengo que admitir que el grueso de mis pacientes se ubican entre los 13 y los 25 años, y de estos, la mayoría ya ha intentado procesos terapéuticos con aproximadamente 2 o 3 terapeutas anteriores en promedio. Entonces aquí les quiero contar cómo trabajo. Lo bueno, lo malo y lo feo de mi estilo.
En la terapia nos saltamos la búsqueda de culpables, y nos enfocamos en ver cómo es que llegamos hasta donde estamos. Asignamos responsabilidades, cierto, pero también observamos y aprendemos sin recurrir a la culpa.
En el espacio terapéutico, la familia puede colaborar (si el cliente así lo desea), sea en el diagnóstico, en el tratamiento, o en la reconstrucción de una versión más real de sí mismo. Hacerlo así, nos ha facilitado muchísimo el conseguir resultados más rápidos y duraderos
Enfoque Sistémico
COMPASIÓN, HUMOR Y
UN ESPACIO SEGURO
Buscar ayuda no es fácil. Y cuando uno la encuentra, lo que menos necesita es sentirse juzgado. O al menos eso pienso yo. Cada vez que atiendo a alguien en mi oficina, mi objetivo siempre será el mismo, que quien viene a confiarme sus penas, se sienta tratado con compasión, que la comunicación sea relajada y tan alegre como sea posible, y que el espacio sea seguro.
Hace mucho tomé la decisión de esforzarme conscientemente para no juzgar a nadie, en parte una decisión egoísta de alguien a quien no le gusta ser juzgado; y, la verdad, creo que esto me hizo mejor psicólogo,
Creatividad
Yo no creo que haya dos casos iguales, y creo que eso me ha ayudado a dos cosas:
1. No comparar personas, situaciones, ni dolores.
2. A ver a cada persona como única e irrepetible, con necesidades particulares que requieren de mi lado tanta creatividad y flexibilidad como me sea posible tener.
Esa creatividad, es parte de lo que amo de mi trabajo.
NO INTENTO SER PERFECTO
Como cada caso es diferente y es visto de manera diferente, no tengo fórmulas mágicas para nadie. Yo, ofrezco escucha, ayudarle a cada quien a verse a sí mismo, y a descubrir las herramientas y estrategias que mejor le sirvan, pero estaría mintiendo si no advierto a mis clientes, que sí hay un proceso de prueba y error. ¿Qué te diré? Así es la vida. Me gusta ser sincero desde la primera sesión, advertir acerca de mi trato informal, acerca de mi estilo que busca ser relajado, acerca de cómo es posible sentirse incómodo pese a mis esfuerzos por lograr ese espacio y momentos seguros, y de la importancia de hablar este tipo de cosas, de la importancia de vernos a los ojos como personas ambos, falibles, imperfectos, y en proceso de mejora.
Me gustaría montones conocerte, y acompañarte en esa aventura hacia adentro, en la que las batallas se libran siempre entre la ansiedad de la victoria y el miedo al fracaso.
Un abrazo,
Iván.